Nacimiento – preescolar

GUÍA DE BIENESTAR DIGITAL PARA LA FAMILIA

Nacimiento – preescolar

Edades 0-5

Secciones en esta guía


Lo que dice la ciencia

Bebés y niños pequeños (Nacimiento-2)

Los primeros años de vida se caracterizan por el rápido desarrollo del cerebro, la exploración y el aprendizaje a medida que los bebés y los niños pequeños se relacionan con las personas y su entorno. Durante sus primeros meses, los bebés empiezan a sonreír a sus cuidadores y a imitar sus expresiones. Avanzan rápidamente en sus hitos físicos, como sentarse, aprender a gatear y empezar a caminar. En su primer año de vida, los bebés pueden comprender más lenguaje y pueden empezar a balbucear, imitar el lenguaje hablado o incluso decir sus primeras palabras mientras aprenden a comunicarse con los demás.

Al entrar en la fase infantil, los niños empiezan a desarrollar competencias sociales más complejas y el concepto de ellos mismos en relación con los demás. Empiezan a disfrutar más del juego social, primero jugando junto a otros niños y luego participando en juegos mutuos. Sus emociones se vuelven más complicadas y pueden oscilar incontroladamente a medida que su exploración del mundo se vuelve cada vez más independiente e intelectualmente compleja.

Las interacciones sociales que usan la tecnología pueden ser importantes y estimulantes para los niños muy pequeños. Los abuelos u otros familiares que no pueden visitar en persona o quieren tener comunicación entre visitas pueden usar videollamadas para crear o fortalecer las relaciones familiares, y puede ser un primer paso en el uso de la tecnología, una capacidad necesaria en nuestro mundo saturado de tecnología.

Common Sense reporta que los niños menores de 2 años están pasando la mayor parte de su tiempo frente a pantallas, viendo videos en la televisión, YouTube o servicios de transmisión; cuando un niño usa medios en un día determinado, en promedio pasa alrededor de una hora y cuarenta minutos viendo televisión y videos. Pero hay una amplia variación. En un día determinado, el 56 % de los niños menores de 2 años no usan medios en absoluto.

Para bebés y niños pequeños, los medios se usan por una variedad de motivos. Los padres reportan que sienten que la cantidad de tiempo que su hijo pequeño pasa en los medios es más o menos la cantidad adecuada, y sienten que el uso de medios los ayuda a aprender. A esta edad, el cerebro de un niño aún no se ha desarrollado lo suficiente como para que puedan aprender de los medios digitales tan efectivamente como aprenden interactuando con sus cuidadores y compañeros. Es probable que la mayoría de los bebés y niños pequeños logren mejores resultados en su aprendizaje mediante la interacción con su mundo físico que con el entorno digital.

En realidad, los padres y cuidadores usan los medios y dispositivos gran parte del día por diversos motivos, muchos de los que pueden catalogarse como las exigencias de la vida cotidiana. Para muchas familias, un entorno completamente libre de tecnología y medios en línea para sus hijos no es realista, especialmente a medida que nuestro mundo se vuelve cada vez más digital.

Aunque recomendamos limitar las pantallas a esta edad, reconocemos que pueden tener un propósito en nuestras ajetreadas vidas y queremos ayudarlo a usarlas bien y de la manera que más los beneficie a usted y a su hijo en desarrollo.

Cuando su hijo esté usando medios, intente interactuar con él o mirar con él siempre que sea posible; hágalo interactivo haciendo preguntas, señalando cosas o moviendo su cuerpo al ritmo de la música o canciones en sus videos favoritos.

Uso ideal

Para niños menores de 18 meses, intente limitar el uso de dispositivos digitales y de los medios a videollamadas con familiares y amigos.

Para los niños pequeños, el tiempo frente a la pantalla puede ampliarse para incluir programas centrados en niños (ver recomendaciones abajo para evaluar los medios) con un padre, madre o cuidador comprometido cuando sea posible.

Preescolares (3-5)

Los niños en edad preescolar son cada vez más independientes, forman sus propias opiniones, desarrollan amistades fuera de su familia y exploran el mundo que los rodea. A los niños de esta edad les gusta saber qué esperar y por qué. Están desarrollando rutinas, aprendiendo reglas y mostrando reacciones emocionales complejas ante las situaciones. Los niños en edad preescolar son autosuficientes y pueden participar en amplias situaciones de juego imaginario, incluyendo amigos imaginarios y múltiples identidades (incluso por períodos cortos de tiempo). Los niños en edad preescolar comienzan a establecer relaciones con los demás, a hacer amistades, a aprender a regular sus emociones y a poner a prueba sus límites. Están desarrollando rápidamente sus competencias lingüísticas junto con sus competencias sociales, y contar historias se vuelve cada vez más importante.

Los preescolares necesitan interactuar especialmente con sus cuidadores principales para aprender y desarrollar sus competencias sociales, emocionales y cognitivas. A esta edad, los niños continúan aprendiendo mejor por medio de las interacciones con otros, el juego físico y la curiosidad propia.

Aunque existen muchas directrices sobre el tiempo frente a la pantalla, los niños en edad preescolar pasan un promedio de 2.5 horas al día usando pantallas, y los videos en línea de plataformas como YouTube son extremadamente populares en niños de esta edad.

Para apoyar el desarrollo social, emocional y académico de los niños en edad preescolar, es mejor limitar su tiempo frente a la pantalla a medios prosociales (medios positivos que los ayuden a aprender y crecer) que fomenten la interacción, como responder preguntas. Los libros electrónicos, por ejemplo, deben usarse de manera que fomenten la conversación: céntrese en la historia y deje que las características tecnológicas pasen a un segundo plano, que mejoren la experiencia en lugar de ser el centro. Por ejemplo, si un libro electrónico anima a su hijo a tocar una imagen de un animal para descubrir qué sonido hace, pídale que adivine o imite el sonido antes de tocar la imagen en la pantalla.

Los niños en edad preescolar pueden participar productivamente con los medios interactivos durante períodos cortos de tiempo, centrándose particularmente en los medios que se pueden usar con usted y en videollamadas con amigos y seres queridos.

Aunque seguimos recomendando limitar el uso pasivo de pantallas a esta edad, reconocemos que puede tener un propósito en nuestras vidas ocupadas y queremos ayudarlo a usarlo de manera adecuada y que pueda beneficiarlo a usted y a su hijo en edad preescolar. Al igual que con los bebés y niños pequeños, siempre considere qué está viendo y aprendiendo su hijo en edad preescolar, y también las experiencias que se podría estar perdiendo porque está frente a una pantalla.

Uso ideal

Para niños de 3 a 5 años, el tiempo frente a la pantalla receptiva (como ver videos) debe limitarse a su capacidad de atención para cada visualización y no más de 2 horas en total por día.

Mejores prácticas para el bienestar digital

La mayoría de las aplicaciones y de los dispositivos ofrecen a los padres la posibilidad de desactivar anuncios, activar el modo de búsqueda segura y bloquear contenidos, y algunos ofrecen versiones prefiltradas e investigadas para menores de 13 años. Ofrecen protección con contraseñas y servicios de marcadores para facilitar el acceso a los juegos y sitios web preferidos. Si usted no está seguro de cómo activar estas protecciones, busque las secciones Trust, Safety o Parent (Confianza, Seguridad o Padres) en el sitio web de una aplicación o dispositivo. Cuando los niños son muy pequeños, las medidas que bloquean ciertas funciones o limitan dónde y durante cuánto tiempo se pueden usar las pantallas pueden ser más eficaces para apoyar el desarrollo y proteger contra el uso problemático de los medios, pero a medida que sus hijos crecen, las técnicas de mediación también deben evolucionar.

Elija programas de televisión, películas y aplicaciones que inviten a los niños a participar en la historia repitiendo después del personaje, respondiendo a una pregunta, haciendo un movimiento activo (como “salta como un conejito” o “baila como yo”) o cantando. El contenido educativo de programas, como Plaza Sésamo, Daniel Tiger y Molly de Denali, ha sido estudiado ampliamente (Plaza Sésamo) o muestra beneficios respaldados por la investigación. Muchos otros simplemente se promocionan como “educativos”, pero tienen calificaciones pobres cuando se evalúan en cuanto a calidad educativa. Al evaluar programas y aplicaciones para su hijo, tenga en cuenta las características de manipulación que intentan mantener a su hijo conectado durante largos períodos de tiempo o lo animan a comprar algo. Algunas opciones verificadas y apropiadas para el desarrollo se pueden encontrar fácilmente por medio de recursos como la nueva aplicación para teléfonos o el sitio web de Common Sense Media.

Otro tipo de medios a los que su hijo puede acceder es la Inteligencia Artificial (IA); para este grupo de edad probablemente es en forma de altavoz inteligente, como Alexa o Google Home, pero nuevas capacidades y funciones están surgiendo en línea cada día. En 2020, el 41 % de los niños de 0 a 8 años tenían un altavoz inteligente en su casa; la mayoría lo usaba para reproducir música, simplemente charlar u obtener información. Algunas investigaciones muestran que los niños pequeños son más propensos a creer que la IA como Alexa es real, atribuyéndoles un sexo, sintiendo que son un amigo o que son realmente inteligentes. Para obtener más información sobre cómo los niños interactúan, aprenden y comprenden la IA, consulte nuestro Resumen de investigación.

Intente evaluar cómo responde su hijo a diferentes tipos de contenido y evalúe su capacidad de atención. La capacidad de atención de los niños pequeños es aproximadamente de 2 a 3 minutos por cada año, por lo que los niños de 2 años tienen una capacidad de atención de 4 a 6 minutos, los de 3 años de 6 a 9 minutos y los de 4 años de 8 a 12 minutos. Esto tiende a ser mucho más corto que la mayoría de los programas de televisión o videos. Observe cuándo su hijo aparta la mirada y mira hacia otro lado, o parece estar perdiendo interés. Use eso como una guía de cuánto tiempo debe mirar una pantalla antes de pasar a otras actividades.

Los berrinches son retos que deben manejar los padres, pero usar las pantallas para calmar a su hijo pequeño es probable que dificulte aún más las cosas a largo plazo. Investigaciones recientes sugieren que esto puede ser porque elimina las oportunidades para aprender estrategias de regulación emocional. Mantener la calma usted mismo, elogiar la regulación y distraer a su hijo (como con un baile, una pregunta o un juguete) puede ayudar a calmar el berrinche sin usar pantallas o medios. O puede dejar pacientemente que el berrinche se calme por sí solo. Cuando usted no reaccione, su hijo descubrirá que los berrinches no son la respuesta para salirse con la suya.

Cuando pueda centrarse en su hijo, su tiempo se aprovecha mejor interactuando directamente el uno con el otro sin la distracción de pantallas y otros dispositivos. La investigación muestra que cuando los padres usan más medios, los niños también usan más medios. Y cuando la tecnología interrumpe las interacciones juntos, puede dar como resultado una mayor probabilidad de problemas de comportamiento en los niños, algo de lo que usted debe estar consciente si se distrae frecuentemente con llamadas, mensajes de texto o redes sociales mientras pasa tiempo con su hijo.

Anime a las personas a hablar directamente con su hijo. Los niños pequeños que hablaban con alguien por medio de una videollamada podían reconocer a esa persona después de una semana y aprendían más. Las videollamadas también pueden ayudar a construir relaciones familiares a distancia. Para fomentar la interacción, si la persona con la que está haciendo la videollamada señala algo sobre su hijo (como “mira esas piernas tan fuertes”), usted puede hacerle cosquillas o señalar sus piernas. O puede “compartir” comida por medio de la pantalla. Usted también puede cantar canciones, jugar juegos o repetir movimientos (como aplaudir con las manos) para que su hijo imite estas acciones. Los niños en edad preescolar pueden mostrar trabajos escolares, demostrar nuevas destrezas (“¡mira lo que puedo hacer!”), o contar historias.

Las investigaciones indican que los niños de tan solo 3 meses muestran preferencias de sexo y raza; en preescolar, los niños han interiorizado los mensajes raciales de la sociedad. Desafortunadamente, la investigación muestra que incluso las niñas en edad preescolar pueden mostrar una preferencia por la delgadez. Los niños pequeños notarán las diferencias y pueden mantener conversaciones sobre estas. Seleccione programas, películas y libros que presenten una variedad de diferencias, incluyendo sexo, raza y capacidad, y haga preguntas u observaciones, como:

  • “Tu pelo es muy oscuro y el de Elsa es muy claro. ¡Se ve perfecto en cada una de ustedes!”
  • “A Molly le encanta explorar en el bosque, al igual que a ti.”
  • “Daniel Tiger llama a su abuelo ‘Grandpere’. A veces las personas usan palabras diferentes a las nuestras. ¿Qué piensas sobre eso?”

Cuando los padres usan sus dispositivos durante las comidas, las familias pierden tiempo importante de vinculación con sus hijos y corren el riesgo de desarrollar prácticas de alimentación menos saludables. Nuevas investigaciones sugieren que cuanto más dispositivos están disponibles durante las comidas, menos alimentos saludables se incluyen en la comida, por lo que los medios pueden no solo estar afectando la cantidad que comen los niños, sino también lo que están comiendo. Durante las comidas, apague el televisor y asegúrese de que las tablets y los teléfonos inteligentes estén apagados y no estén en la habitación.

No es raro que incluso los niños muy pequeños tengan pantallas en sus habitaciones, pero el uso de pantallas antes de acostarse puede afectar tanto la cantidad como la calidad del sueño de los niños. Apagando las pantallas mucho antes de la hora de dormir, usted puede darle a su hijo la oportunidad de relajarse y sentirse naturalmente soñoliento antes de la siesta o de la hora de acostarse.