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Adolescentes y adultos jóvenes

Guía de Bienestar Digital para la Familia

Adolescentes – adultos jóvenes (Edades 13-22)

Fomente la independencia con apoyo y empatía

Several young adults smile for the camera outside

La adolescencia es un periodo transformador de crecimiento, exploración y formación de identidad. Y para la mayoría de los adolescentes, la tecnología está profundamente integrada en su vida diaria. Desde las redes sociales hasta las plataformas de aprendizaje en línea, las herramientas digitales brindan oportunidades para la autoexpresión, la conexión y el descubrimiento. Sin embargo, esta etapa también presenta nuevos desafíos, como manejar las presiones sociales, lidiar con la desinformación y encontrar un equilibrio entre el tiempo que se pasa frente a la pantalla y otras prioridades. A medida que los adolescentes ganan más independencia, es importante encontrar un equilibrio en la forma de actuar, que consista en ofrecer orientación y, al mismo tiempo, respetar su creciente autonomía.

Una forma de hacerlo es mantener abiertas las líneas de comunicación sobre sus experiencias en línea. Inicie conversaciones sobre temas como el ciberacoso, la privacidad digital y los efectos potenciales de las redes sociales en la autoestima, y ayude a los adolescentes a pensar críticamente sobre lo que encuentran en línea. En lugar de imponer reglas estrictas, haga que participen en la creación de pautas familiares para el uso de la tecnología. Es más probable que los adolescentes sigan límites que consideran justos y desarrollados en colaboración, por lo que estas conversaciones pueden fomentar la confianza y el respeto mutuo.

Al mismo tiempo, anime a su hijo adolescente a desarrollar hábitos saludables en torno a su uso digital. Demuestre prácticas como tomar descansos de las pantallas, reservar tiempo sin dispositivos durante las actividades familiares y usar la tecnología para fomentar la empatía y la conexión. Enfatizar el equilibrio, tanto en línea como en la vida real, puede ayudar a los adolescentes a administrar su tiempo y energía de manera más efectiva.

Finalmente, recuerde que la relación con su hijo adolescente desempeña un papel importante en la forma en que se desenvuelve por su mundo digital. Ofrecer un entorno de apoyo y comprensión le permite acudir a usted si tiene preguntas o inquietudes sobre sus experiencias en línea. Al dotarlo de habilidades de pensamiento crítico y fomentar un diálogo seguro y abierto, lo capacita para utilizar la tecnología de forma reflexiva, segura y acorde con su bienestar a largo plazo.


Lo que dice la ciencia

Adolescentes (13-18) y adultos jóvenes (19-22)

La adolescencia es un periodo de cambios activo que culmina con el paso de la infancia a la edad adulta. Los adolescentes están madurando física, sexual y cognitivamente, mientras también desarrollan relaciones más complejas y matizadas con sus compañeros y buscan una mayor independencia de sus cuidadores principales.

Los amigos se convierten en la conexión predominante durante la adolescencia, lo que ofrece un espacio seguro e independencia emocional de padres, maestros y otros adultos. Los adolescentes forman amistades y relaciones románticas más maduras y comienzan a sentir una mayor necesidad de establecer su propia identidad sexual. La conexión social es parte integral de los resultados de bienestar a largo plazo de los adolescentes.

Aunque sus cerebros aún no han alcanzado los niveles de madurez de la edad adulta, los cerebros de los adolescentes se vuelven más capaces de pensar en el futuro y resolver problemas lógicamente. Están desarrollando una comprensión más compleja de las relaciones humanas, el matiz emocional y sus propios sistemas de valores y moral.

Las pantallas y los medios interactivos forman una parte importante de la vida social, educativa y de entretenimiento de los adolescentes y adultos jóvenes, quienes están constantemente y a menudo interactuando en simultáneo con el mundo en línea y su mundo “real”.

En 2021, los adolescentes pasaron un promedio de ocho horas y treinta y nueve minutos frente a las pantallas, sin incluir el tiempo dedicado a la escuela. Pero es importante recordar que la medida del tiempo promedio incluye el tiempo dedicado a realizar múltiples tareas, y los adolescentes no necesariamente pasan tanto tiempo mirando una pantalla. Podrían estar jugando videojuegos con amigos y haciendo videollamadas en sus teléfonos en lugar de usar las funciones de comunicación del juego en sí, lo que básicamente supone concentrar varias horas de entretenimiento multimedia en una sola. El 62% de los adolescentes respondió que usan las redes sociales todos los días y el 84% de los adultos jóvenes informan haber usado alguna vez las redes sociales. Casi todos los adolescentes informan tener acceso a un teléfono inteligente o una computadora en el hogar, y casi la mitad de los adolescentes informan que están en línea “casi constantemente”. A los 13 años, el 70 % de los adolescentes tienen su propio teléfono inteligente; a los 18, ese número aumenta al 93 %. Los dispositivos también son fundamentales para la educación; el sesenta por ciento de los adolescentes informan que usan computadoras para hacer las tareas todos los días.

Gran parte de la conexión social de los adolescentes tiene lugar mediante los teléfonos inteligentes, lo que ha hecho cada vez más fácil mantenerse conectado en todo momento. Un informe reciente de Common Sense Media encontró que la mitad de los adolescentes participantes estaban recibiendo 237 o más notificaciones al día de mensajes y aplicaciones. Aunque muchos menores están usando las redes sociales antes de cumplir los 13 años, esa es la edad “oficial” en la que la mayoría de las plataformas de redes sociales permiten a los usuarios crear sus propios perfiles. Se siguen llevando a cabo investigaciones sobre las repercusiones sociales, emocionales y para la salud mental de las redes sociales.Las pruebas son mixtas sobre los efectos negativos y positivos de usarlas y cuán dramáticos son esos efectos. Los efectos de las redes sociales pueden diferir para los adolescentes según muchos factores diferentes en su vida. Pero algunas investigaciones también señalan que las prácticas de crianza activa sobre las redes sociales y el monitoreo del uso de una manera que aún respeta la autonomía de los hijos pueden brindar protección e incluso fomentar comportamientos en línea más responsables. En una de nuestras Encuestas de Pulso de 2023, más de la mitad de los adolescentes que informaron tener reglas sobre el uso de los medios sintieron que tenían la cantidad justa de restricciones, por lo que los adolescentes no se oponen a las reglas que impone la familia.

Es importante hablar con los adolescentes y los adultos jóvenes, y con las niñas en particular, sobre cómo las redes sociales pueden afectar la imagen corporal. Según algunas investigaciones, usar las redes sociales y centrarse en actividades relacionadas con la apariencia, como compararse con sus compañeros o los cuerpos “ideales” en las plataformas de redes sociales, puede estar asociado con un mayor riesgo de depresión y ansiedad social. Sin embargo, también hay pruebas de que enseñar a los adolescentes jóvenes en la escuela y en la casa sobre los riesgos de compararse con imágenes de amigos y celebridades, entender cómo las imágenes pueden haberse seleccionado o editado, y apoyar la autoestima y la confianza en ellos mismos puede proteger a los adolescentes contra los daños de la comparación en las redes sociales.

A medida que la identidad sexual de los adolescentes se establece más, estos y los adultos jóvenes pueden recurrir a internet en busca de información. Esto es especialmente cierto para los adolescentes LGBTQ+, quienes pueden no recibir tanta información en las clases de educación sexual. Algunos adolescentes envían mensajes de texto sexuales, y aunque esto generalmente es consensuado, las jovencitas tienen más probabilidades de informar que las presionaron para enviar imágenes de ellas mismas, y de manera similar, los varones eran más propensos a responder que pedirían fotos sexuales a su pareja. El 73 % de los adolescentes están expuestos a la pornografía para cuando tienen 17 años, y más de la mitad de los adolescentes informan que la primera vez que vieron pornografía en línea fue antes de los 13 años. Los adolescentes LGBTQ+ y los niños varones cisgénero tenían más probabilidades de informar que veían pornografía a propósito, pero a menudo informaban que la usaban para explorar su sexualidad. Para los adolescentes LGBTQ+ en particular, el uso de pornografía puede ser una forma de sentirse seguros explorando sus preferencias por una pareja cuando se sienten incómodos hablando de ello con compañeros o adultos.

A medida que se adentran de forma más independiente en el mundo de Internet, los adolescentes y los jóvenes adultos necesitan oportunidades para asumir riesgos con redes de seguridad y poder contar con el apoyo y la orientación de sus cuidadores y adultos de confianza.

Los padres deben hablar frecuentemente con sus hijos adolescentes sobre las experiencias que están teniendo y las decisiones que están tomando en línea. Y al igual que con los niños de todas las edades, si evalúa sus propios hábitos con los medios para asegurarse de que está dando un buen ejemplo de los comportamientos que quiere que su hijo adolescente imite, como guardar los dispositivos durante las comidas familiares y no distraerse con los medios durante las interacciones familiares, contribuirá en gran medida a que su hijo adolescente desarrolle hábitos saludables (consulte las prácticas recomendadas para obtener orientación).

Uso ideal

Los padres deben apoyar los límites que establecen sus hijos adolescentes y jóvenes adultos con respecto a los medios, pero intervenir cuando sea necesario (consulte las prácticas recomendadas para obtener orientación) para ayudarlos a mantenerse seguros y saludables en línea y, al mismo tiempo, desarrollar habilidades para el bienestar digital durante toda la vida.


Prácticas recomendadas para el bienestar digital

La adolescencia y la juventud traen consigo una mayor independencia, la exploración de la identidad y experiencias digitales complejas. A medida que los jóvenes comienzan a asumir un mayor control sobre sus vidas en línea, siguen beneficiándose de la presencia constante de adultos en los que confían. Para apoyar a las familias durante esta etapa, el Digital Wellness Lab organiza recomendaciones en torno a las 5 M del bienestar digital: Ejemplificación (Model), Guía (Mentor), Supervisión (Monitor), Control (Mastery), e Intención (Meaning).

Cada palabra ofrece una forma distinta de mantenerse comprometido con el mundo digital de su hijo, ya sea dando un ejemplo positivo, desarrollando habilidades para la toma de decisiones, manteniendo una comunicación abierta o fomentando la reflexión. Las prácticas recomendadas que figuran a continuación están diseñadas para ayudar a los adolescentes y adultos jóvenes a usar la tecnología de forma saludable, intencionada y respetando los valores.

A medida que los adolescentes y adultos jóvenes dan forma a sus identidades y valores, prestan mucha atención a cómo los adultos en sus vidas se desenvuelven en la vida, incluida la forma en que usan la tecnología. Cuando demuestra hábitos saludables sobre los medios, empatía en línea y uso intencionado, ayuda a los adolescentes a crear una base sólida para su propio comportamiento.

  • Demuestre un comportamiento digital prosocial. Demuestre el tipo de comportamiento que espera ver en su hijo adolescente evitando publicaciones que ataquen a otras personas, siguiendo cuentas positivas y compartiendo contenidos que destaquen la empatía, la amabilidad o la alegría compartida.
  • Muestre cómo la presencia en línea puede fomentar la participación en el mundo real. Use sus propias redes sociales para demostrar cómo la tecnología puede fomentar la participación, la conexión y el activismo en la comunidad.
  • Esté presente y minimice el uso de dispositivos durante el tiempo compartido. Según algunas investigaciones, el “phubbing” (ignorar a los demás por estar en el teléfono) y la “tecnoferencia” persistente (la interferencia de la tecnología en las interacciones sociales) pueden afectar los sentimientos de calidez parental de los adolescentes y adultos jóvenes, lo que puede estar relacionado con resultados negativos como la depresión, la ansiedad y el ciberacoso. El “phubbing” de los padres puede ser particularmente perjudicial para los adolescentes que carecen de un sentido de apoyo social o que tienen baja autoestima. Al guardar sus dispositivos durante las comidas, antes de acostarse y durante el tiempo en familia, está demostrando que la conexión en tiempo real es lo primero.
  • Respete los límites digitales de su hijo adolescente. Pregunte antes de publicar sobre su hijo en línea. Aunque usted se sienta orgulloso, su hijo merece tener control sobre su identidad digital. Solicitar su consentimiento genera confianza y muestra lo que constituye un comportamiento respetuoso en Internet.

Los adolescentes siguen necesitando límites, pero más que eso, necesitan personas de confianza que los guíen. La mentoría consiste en ayudar a su hijo adolescente a desarrollar las habilidades para desenvolverse en su mundo digital con intención: tomar decisiones informadas, superar desafíos y reflexionar sobre el tipo de vida en línea que quiere llevar. Entable conversaciones sobre la tecnología para fortalecer la confianza y fomentar hábitos saludables.

Las aplicaciones que permiten restricciones parentales en el teléfono de un menor son frecuentes, pero una investigación reciente de Common Sense Media descubrió que las aplicaciones de control parental enviaban la mayor cantidad de notificaciones durante el horario escolar, ¡enviando un promedio de casi 30 notificaciones durante la jornada escolar! Además, muchos adolescentes informan que sus propias técnicas de gestión, como activar no molestar o seleccionar cuidadosamente de qué aplicaciones recibirán notificaciones, a menudo fueron más útiles que las restricciones parentales, que algunos encuestados consideraban que eran más propensos a incumplir que sus propias tácticas.

  • Ayude a su hijo adolescente a desarrollar hábitos digitales con intención. Hable con su hijo adolescente sobre las expectativas para administrar el tiempo frente a la pantalla y ayúdelo a crear rutinas, como guardar su teléfono antes de acostarse, reservar tiempo para hacer ejercicio y actividades fuera de línea, y usar ajustes para concentrarse durante el trabajo escolar, con el fin de evitar que realice múltiples tareas acompañado de los dispositivos. Estas habilidades les servirán bien en la escuela secundaria, en la universidad y durante toda la vida.
  • Cree un diálogo abierto sobre el tiempo frente a las pantallas y el contenido. Pregunte regularmente a su hijo adolescente cómo se siente cuando utiliza los medios y después de hacerlo, tanto durante la jornada escolar como en su tiempo libre. Pregúntele qué preocupaciones tiene sobre el tiempo frente a la pantalla o el contenido en línea, y colabore en estrategias que lo ayuden a sentirse en control, enfocado y apoyado. Hágale saber que estos planes pueden evolucionar con el tiempo.

A medida que comiencen a desenvolverse en el mundo en línea de manera más independiente, los adolescentes tomarán decisiones importantes a diario. Permitirle abordar problemas y tomar decisiones por sí mismo contribuirá a que su hijo adolescente tenga resultados positivos a largo plazo de su vida. Y en cuanto a su vida en línea específicamente, según algunas investigaciones recientes, apoyar a su hijo adolescente para que tome decisiones por sí mismo y escucharlo hablar sobre experiencias en línea sin juzgarlo de inmediato puede alentarlo a hablar sobre experiencias en línea incómodas o riesgosas con usted, en lugar de ocultarlas.

  • Apoye la toma de decisiones independiente. Cuando su hijo adolescente se enfrente a un problema, ya sea en línea o en la vida real, resista la tentación de intervenir con respuestas o de resolver el problema por él. En su lugar, haga preguntas abiertas para guiarlo por el problema. Hable sobre los posibles resultados de las diferentes opciones para ayudarlo a sopesar los pros y los contras y generar confianza en su propio criterio.
  • Comparta su propio proceso de toma de decisiones. Hable con su hijo sobre cómo toma decisiones en su vida diaria, ya sea al publicar en las redes sociales, desenvolverse en una situación social o decidir qué hay para cenar. Compartir sus pensamientos ayuda a normalizar la reflexión y le muestra a su hijo adolescente que las buenas decisiones suelen surgir al considerar el contexto y los objetivos.
  • Trate los errores con curiosidad y responsabilidad. Si su hijo adolescente toma una mala decisión, como enviar un mensaje desagradable, participar en una tendencia arriesgada o publicar algo de lo que se arrepiente, responda con curiosidad y calma. Pregúntele qué lo llevó a tomar su decisión, qué esperaba que sucediera y qué haría de manera diferente la próxima vez. Si la acción infringió el acuerdo sobre el uso de medios de su familia, vuelva a repasar las consecuencias que ya han acordado y aplíquelas.
  • Deje que aprenda de reveses que conllevan poco riesgo. Los espacios digitales como los videojuegos pueden ofrecer oportunidades seguras para cometer errores y volver a intentarlo sin consecuencias graves. Cuando su hijo adolescente tenga dificultades o fracase en un juego, pregúntele qué ha aprendido, cómo se ha adaptado y cómo esas lecciones podrían aplicarse a situaciones de la vida real.

A medida que los adolescentes ganan más independencia, hacer que se involucren en establecer límites sobre el uso de la tecnología puede fortalecer la confianza, aumentar la responsabilidad y fomentar hábitos digitales saludables. Según algunas investigaciones, la crianza restrictiva que apoya la autonomía, es decir establecer expectativas claras y explicar el razonamiento que las sustenta, puede reducir el tiempo dedicado a los medios y favorecer un uso más intencionado.

Un acuerdo compartido de uso de medios ayuda a aclarar las expectativas para todo el hogar. Cuando los adolescentes participan en el proceso y comprenden el “porqué” de las reglas, es más probable que se responsabilicen de sus decisiones digitales.

  • Creen juntos un acuerdo de uso de medios. Siéntense juntos para establecer pautas para teléfonos, tabletas, computadoras, televisores y consolas de juegos. Incluya expectativas respecto al tiempo escolar y al tiempo libre, y asegúrese de que su hijo adolescente tenga voz y voto en la elaboración del acuerdo.
  • Explique el “por qué” detrás de cada regla. Indique cuál es su razonamiento para cada expectativa, ya sea limitar el tiempo de pantalla antes de acostarse o establecer límites para las redes sociales. Esto ayuda a los adolescentes a comprender que los límites están ahí para apoyar su bienestar, no solo para controlarlos.
  • Haga que sea un compromiso familiar. Haga que todos los miembros del hogar acepten las mismas reglas cuando sea apropiado, como no usar dispositivos durante las comidas o no tener pantallas en las habitaciones. Demostrar el comportamiento que usted espera le muestra a su hijo adolescente que las reglas son justas y mutuas.
  • Modifique el acuerdo a medida que su hijo adolescente madure. A medida que su hijo demuestre más responsabilidad, revisen y modifiquen el acuerdo juntos. Actualizar las expectativas refuerza la confianza y le da más control sobre sus hábitos con los medios.

Al haber un mayor énfasis en las relaciones entre compañeros y un aumento de la posesión de teléfonos inteligentes, se produce un aumento de las oportunidades de acoso y de comportamientos excluyentes como el ostracismo o el rechazo. El adolescente puede ser la víctima (a quien acosan), el perpetrador (quien acosa), el testigo (quien observa y permite que ocurra el acoso), o una combinación de los tres en diferentes momentos; sin embargo, a menudo no le cuenta a sus padres cuando lo están acosando.

Los niños que son acosados en línea corren un mayor riesgo que sus compañeros de sufrir depresión y ansiedad. Las víctimas de ciberacoso (y en menor medida, los perpetradores también) tienen más riesgo de lesionarse ellos mismos y de tener ideas suicidas. Pueden mirar obsesivamente su dispositivo, esconderlo cuando pasa uno de los padres, alejarse de amigos y familiares, o sentirse alterados después de estar en línea o cuando se les pida desconectarse.

  • Hable con su hijo adolescente sobre el acoso. Pregúntele sobre lo que está viendo y escuchando tanto en línea como en persona. Puede hacerle preguntas como “¿Ha pasado algo en línea que te haya molestado?” o “¿Alguna vez has presenciado cómo acosan a alguien en línea?”. Según algunas investigaciones, en lugar de limitarse a crear reglas sin tener en cuenta la opinión de su hijo, mantener conversaciones abiertas con él sobre cómo navegar por Internet de forma segura puede protegerlo contra el ciberacoso.
  • Denuncie el acoso cuando sepa que está ocurriendo. Si su hijo adolescente era el que acosaba, aunque fuera en represalia, hable con él al respecto. Pregúntele qué le estaba sucediendo en ese momento, cómo se sentía, cómo cree que se sintió la víctima y qué cree que podría hacer para mejorar la situación de la víctima.

Aprenda más sobre cómo reconocer y tratar el ciberacoso en nuestra publicación Parent’s Guide to Cyberbullying (Guía para padres sobre el ciberacoso).

Los comportamientos de sexteo por parte de adolescentes y adultos jóvenes se correlacionan con comportamientos sexuales más riesgosos. No obstante, el sexteo no es infrecuente incluso entre los adolescentes; tenga en cuenta que este comportamiento puede parecer común y seguro para su hijo adolescente. Aunque su hijo adolescente puede confiar en la persona al otro lado de la conversación, es importante que comprenda los riesgos del sexteo. Enviar e incluso recibir textos sexualmente explícitos puede ser ilegal para niños menores de 18 años en muchos estados. Asimismo, enviar fotos sexualmente explícitas de menores puede considerarse explotación sexual o pornografía infantil según la ley).

Los adolescentes y adultos jóvenes LGBTQ+ pueden estar particularmente en riesgo de participar en el sexteo, pues un 21 % de los jóvenes LGBTQ+ han informado que han compartido imágenes o videos de ellos mismos. Esto puede deberse a que los adolescentes LGBTQ+ afirman sentirse más presionados a enviar mensajes sexuales, o, posiblemente por sentirse incómodos o incapaces de “salir del clóset” y tener citas en la vida real, establecen relaciones románticas en línea.

  • Analice sus propias suposiciones antes de hablar sobre el sexteo. Antes de comenzar la conversación con su hijo, reflexione sobre sus propias creencias y prejuicios. En una encuesta realizada por Thorn, el 37 % de los padres (la mayor parte de todas las respuestas) culpaban a las víctimas en los casos en los que las imágenes se compartieron sin consentimiento. Este punto de vista puede hacer que los adolescentes duden en pedir ayuda. Trate de abordar el tema con empatía y sin juzgar.
  • Inicie conversaciones abiertas y sinceras desde el principio. Elija un momento tranquilo para preguntarle a su hijo adolescente si ha oído hablar del sexteo, si le han pedido que envíe fotos o si se siente presionado para hacerlo. Podría decir: “Escuché en un podcast que a muchos adolescentes les piden fotos sin ropa. ¿Te ha pasado algo así a ti o a alguien en la escuela?”.
  • Asegúrele que su objetivo es comprenderlo, no castigarlo. Hágale saber a su hijo adolescente que usted está ahí para apoyarlo y que siempre puede mencionarlo a usted como excusa para evitar situaciones incómodas o en las que se sienta presionado.
  • Responda con curiosidad e interés, no avergonzándolo. Si su hijo adolescente ha enviado mensajes de texto o lo está considerando, pregúntele qué espera expresar o explorar. Podría decir:

    “¿Qué hace que enviar una foto se sienta importante?” o

    “¿Te gustaría que te ayudara a encontrar formas más seguras de explorar estos sentimientos o hablar con otra persona?”.

    Luego, comparta sus preocupaciones con gentileza:

    “Una vez que una foto está en la red, pierdes el control sobre quién la ve”.

    “Compartir la foto de otra persona podría meterte en problemas legales, y me importa demasiado tu futuro como para ignorar eso”.

Casi la mitad de los adultos jóvenes, y más de la mitad de los adultos que se identifican como LGBTQ+,informan haber usado sitios o aplicaciones de citas en línea. Aunque las citas en línea son frecuentes y en su mayoría seguras, un porcentaje significativo de usuarios informa haber sufrido comportamientos problemáticos, como acoso o amenazas de daño físico. Las mujeres más jóvenes fueron particularmente vulnerables a sufrir interacciones negativas: El 60 % de las mujeres de 18 a 34 años afirman que alguien continuó comunicándose después de que les dijeran que no estaban interesadas, y más de la mitad (57 %) afirman que les enviaron un mensaje o una imagen sexualmente explícitos sin preguntar. Las posibles parejas sentimentales también pueden falsear su identidad (catfishing) o perpetuar estafas financieras.

Aunque su hijo sea formalmente mayor de edad, sigue siendo importante hablar con él sobre cómo utiliza las aplicaciones de citas, con quién se reúne y cómo se mantiene seguro.

  • Inicie una conversación sin juzgar. Pregúntele si está usando aplicaciones de citas, cuáles han sido sus experiencias y cómo maneja la seguridad. Hágale saber que no está allí para entrometerse, sino para apoyar su bienestar.
  • Hable de las medidas de seguridad. Anímelo a verificar la identidad de cualquier persona con la que se encuentre, a evitar compartir información personal demasiado rápido y a siempre reunirse en espacios públicos para las primeras citas. Asegúrese de que sepa que está bien decir que no o bloquear a alguien que lo haga sentir incómodo.
  • Normalice establecer límites y hacer preguntas. Recuérdele a su hijo joven que merece respeto en cada interacción, ya sea en persona o en línea, y que establecer límites claros es un signo de confianza, no de descortesía.
  • Asegúrese de que sepa que usted está disponible. Hágale saber que puede acudir a usted si alguna vez se siente inseguro o necesita ayuda para manejar una situación complicada, sin que tema ser avergonzado o castigado.


A medida que los adolescentes ganan independencia, el rol de usted cambia de guardián a guía de confianza. El monitoreo en esta etapa consiste en mantenerse conectado con el mundo digital de su hijo adolescente, lo que incluye tener conversaciones abiertas sobre seguridad, privacidad y bienestar; establecer expectativas claras de comportamiento responsable (en línea y fuera de línea), y mantener una comunicación fluida sin recurrir a la vigilancia.

  • Hable de la permanencia del contenido en línea. Recuérdele a su hijo adolescente que la mayoría del contenido compartido en las redes sociales, incluso en mensajes privados, puede llegar a una amplia audiencia y puede ser imposible de borrar por completo. Ayúdelo a pensar cómo desea que lo perciban en línea y con qué se sentiría cómodo que los demás vieran.
  • Revisen juntos la configuración de privacidad. Siéntese con su hijo adolescente para revisar los controles de privacidad en sus dispositivos y plataformas. Explique por qué ciertas configuraciones son importantes y deje que tome la iniciativa para ajustarlas. Cuando sea apropiado, mande una solicitud de amistad o sígalo, no para monitorear cada publicación, sino para demostrar una supervisión respetuosa y conectada.
  • Considere las herramientas de las plataformas que evolucionan con la edad. Algunas aplicaciones ofrecen opciones de cuentas familiares o supervisadas que pueden ayudar a establecer límites adecuados de tiempo en pantalla o privacidad para adolescentes menores de 18 años. Estas configuraciones se pueden ajustar a medida que su hijo adolescente crece y desarrolla más habilidades de autorregulación.

Los adolescentes y los adultos jóvenes necesitan de 8 a 10 horas de sueño cada noche para mantener su salud y bienestar. El uso de pantallas durante la adolescencia está asociado con un mayor tiempo para conciliar el sueño, menos horas de sueño y más interrupciones del sueño.

  • Hable sobre el uso de los medios por la noche. Si su hijo adolescente usa dispositivos a altas horas de la noche, pregúntele qué lo mantiene en línea. Puede que esté administrando chats grupales, tenga miedo a perderse algo (FOMO), sienta la necesidad de estar disponible en todo momento para sus amigos o simplemente esté atrapados en un círculo vicioso de navegación. En lugar de castigarlo, escúchelo con curiosidad y trabajen juntos para encontrar soluciones, como mencionarlo a usted como la razón por la que “no puede estar en línea después de las 10”.
  • Cree un entorno de sueño libre de tecnología. Anime a su hijo adolescente a cargar dispositivos fuera de su habitación y usar un despertador tradicional en lugar de un teléfono. Un espacio tranquilo y sin pantallas permite dormir mejor y rompe el ciclo de notificaciones nocturnas o navegación interminable.
  • Establezca una rutina de sueño constante. Apoye a su hijo adolescente para que establezca una hora regular para acostarse que le brinde el descanso que necesita. Si es posible, relájense juntos y demuestre rutinas nocturnas relajantes como leer, estirarse u otros rituales sin pantallas.

Muchos adolescentes comienzan a conducir independientemente casi al mismo tiempo que obtienen el uso independiente de sus celulares. Conducir distraído es extremadamente peligroso y cobra miles de vidas al año. El 8 % de los conductores distraídos que participaron en un accidente fatal en 2021 tenían entre 15 y 19 años. Inculcar hábitos seguros mientras su hijo adolescente aprende a conducir le servirá para toda la vida.

  • Exija que los teléfonos estén apagados y fuera del alcance. Establezca como regla que los teléfonos deben silenciarse y colocarse donde no se pueda acceder a ellos mientras uno conduce. Si su hijo adolescente quiere reproducir música, pídale que configure una lista de reproducción antes de encender el automóvil.
  • Establezca consecuencias por demostrar un comportamiento inseguro. Sea claro acerca de los riesgos y las reglas. Por ejemplo, si su hijo adolescente envía mensajes de texto mientras conduce, puede perder los privilegios de conducir durante un período de tiempo determinado. Demuestre con hechos que la seguridad es lo primero.
  • Demuestre que se debe conducir sin distracciones. El ejemplo que demuestra es importante. Evite usar el teléfono mientras conduce, incluso para mensajes de texto rápidos o para cambiar una canción. Si necesita interactuar con su teléfono, deténgase y estacione primero.
  • Fomente un comportamiento seguro de los pasajeros. Si su hijo adolescente viaja con sus compañeros, hable sobre cómo puede fomentar una conducción segura. Anímelo a hablar cuando sea oportuno o a ofrecerse a sostener el teléfono del conductor para minimizar las distracciones.

Los adolescentes están desarrollando las herramientas cognitivas para pensar críticamente sobre el contenido y las tecnologías con las que se relacionan. Apóyelos para que adquieran una alfabetización digital, como comprender la influencia de los algoritmos y la IA, reconocer la información errónea y cuestionar lo que ven en línea para que puedan tomar decisiones reflexivas y responsables en un mundo digital en rápida evolución.

Más de la mitad de los adolescentes informan que ven las noticias en las redes sociales. La publicidad, la colocación de productos y el marketing de influencers pueden ser una pieza importante de las opciones de compra de adolescentes y adultos jóvenes. A medida que los adolescentes y los adultos jóvenes desarrollan sus propios conjuntos de creencias y valores, estas influencias pueden ser particularmente importantes.

  • Exploren juntos a los influencers. Pídale a su hijo que le muestre algunos de los influencers que sigue en las redes sociales. Tenga curiosidad por saber qué le gusta de cada uno y comenten juntos qué es lo que esa persona o marca podrían estar intentando que piense, sienta o haga.
  • Hable críticamente sobre noticias y eventos actuales. Analice las noticias con su hijo adolescente y explore diferentes perspectivas. Pregúntele qué cree que el escritor quiere que crea y por qué. Fomente la verificación de datos utilizando varias fuentes o herramientas, como los gráficos de sesgo mediático.
  • Examine los estándares de belleza poco realistas en línea. Miren juntos las imágenes de celebridades o influencers y pregúntele a su hijo adolescente qué tan realistas parecen. ¿Conoce a alguna persona que en relidad se vea así? ¿Qué se necesita para verse de esa manera? Pregunte de dónde provienen sus ideas sobre la belleza y los cuerpos “ideales”, y si esas expectativas son útiles o perjudiciales.

Obtenga más información sobre cómo ayudar a su hijo a convertirse en un ciudadano digital que analice críticamente los medios en nuestro resumen de investigación.

La inteligencia artificial (IA), desde asistentes inteligentes hasta herramientas como ChatGPT, se está convirtiendo en parte de la vida cotidiana de los adolescentes, ya que el 67 % de los adolescentes dicen que saben mucho o poco sobre ChatGPT, y casi 1 de cada 5 lo ha usado para el trabajo escolar.

Si bien la mayoría de los adolescentes creen que está bien usar la IA para investigar nuevos temas (pero no para escribir ensayos), casi una cuarta parte de ellos no están seguros. Algunas universidades incluso están comenzando a desarrollar pautas sobre si la IA generativa se puede usar en ensayos personales.

Dado que las herramientas de IA “aprenden” de la información existente, pueden reforzar estereotipos y patrones sesgados, a menudo sin que los usuarios se den cuenta, y pueden continuar influyendo en las personas después de que hayan usado la aplicación de IA. A medida que la IA continúa evolucionando, es importante tener conversaciones continuas sobre cómo su hijo adolescente está usando estas herramientas, cuáles son las limitaciones y cómo usarlas de manera responsable.

  • Haga que sea una experiencia de aprendizaje compartida. Pregúntele a su hijo adolescente cómo está usando las herramientas de IA para la escuela, el entretenimiento o la creatividad, e indique lo que usted está aprendiendo también. No es necesario que tenga todas las respuestas. Esta es una gran oportunidad para explorar nuevas tecnologías juntos.
  • Explique para qué sirve la IA y para qué no sirve. Conversen sobre cuándo está bien (o no) usar la IA para tareas escolares o situaciones sociales. Ayude a su hijo adolescente a pensar críticamente sobre cómo funcionan las herramientas como ChatGPT, cómo generan respuestas y qué tipo de perspectivas podrían faltar.
  • Hable sobre los riesgos del contenido generado por IA. Asegúrese de que su hijo adolescente comprenda que crear o compartir imágenes generadas por IA, sobre todo aquellas que son de naturaleza sexual o dañina, puede tener graves consecuencias emocionales y legales, aunque sea una broma.
  • Mantenga viva la conversación. La IA es un campo que cambia rápidamente. Pregúntele a su hijo adolescente qué ha visto o escuchado últimamente, si algo le preocupa y cómo decide qué es confiable o apropiado. El diálogo continuo genera confianza y le ayuda a mantener una actitud reflexiva mientras explora nuevas herramientas.

La tecnología puede desempeñar un papel significativo en la vida de un adolescente cuando se alinea con su identidad, valores y objetivos. Ya sea para conectarse con otros, explorar aficiones o desarrollar nuevas habilidades, las pantallas pueden ser una herramienta poderosa para el crecimiento.

Ayude a su hijo adolescente a reflexionar sobre cómo el uso que hace de los medios encaja en el panorama general de quién es y en quién se está convirtiendo. Al fomentar un uso intencionado de la tecnología, acorde con sus valores, lo ayudas a tomar decisiones digitales que le resulten significativas y satisfactorias.

  • Fomente el uso de los medios que apoyen las aficiones personales. Pregúntele a su hijo adolescente qué es lo que más disfruta en línea y por qué. Ya sea que esté viendo a creadores que comparten su identidad, desarrollando nuevas habilidades a través de tutoriales o participando en causas que le importan, estas experiencias pueden fomentar la confianza en sí mismo, la conexión y un sentido más fuerte de identidad.
  • Cree un espacio para reflexionar sobre el bienestar digital. Apoye a su hijo adolescente preguntándole regularmente cómo se siente después de estar en línea. Haga preguntas como estas:

    “¿Cuándo te sientes mejor después de estar en línea?”.

    “¿Qué tipo de contenido te deja sintiéndote agotado o distraído?”.

    “¿Hay cambios que te gustaría hacer en la forma en que pasas tu tiempo frente a la pantalla?”.

    Estas conversaciones pueden ayudarlo a ser más consciente de cómo, cuándo y por qué utiliza los medios, y a reconocer cuándo es el momento de desconectarse.
  • Refuerce la idea de que los hábitos digitales deben evolucionar. Hágale saber a su hijo adolescente que es normal que sus intereses, necesidades y hábitos cambien con el tiempo. Anímelo a adaptar sus rutinas digitales a medida que crece, para que el tiempo que pasa frente a la pantalla siga apoyando, y no restando valor, a la vida que desea llevar.