Adolescentes y adultos jóvenes

GUÍA DE BIENESTAR DIGITAL PARA LA FAMILIA

Adolescentes y adultos jóvenes

Edades 13-22

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Lo que dice la ciencia

Adolescentes (13-18) y adultos jóvenes (19-22)

La adolescencia es un período de cambios activo, que culmina con el paso de la infancia a la edad adulta. Los adolescentes están madurando física, sexual y cognitivamente, mientras también desarrollan relaciones más complejas y matizadas con sus compañeros, y buscan una mayor independencia de sus cuidadores principales.

Los amigos se convierten en la conexión predominante durante la adolescencia, ofreciendo un espacio seguro e independencia emocional de padres, maestros y otros adultos. Los adolescentes forman amistades y relaciones románticas más maduras y comienzan a sentir una mayor necesidad de establecer su propia identidad sexual. La conexión social es fundamental para los resultados a largo plazo del bienestar de los adolescentes.

Aunque sus cerebros aún no han alcanzado los niveles de madurez de la edad adulta, los cerebros de los adolescentes se vuelven más capaces de pensar en el futuro y resolver problemas lógicamente. Están desarrollando una comprensión más compleja de las relaciones humanas, el matiz emocional y sus propios sistemas de valores y de moral.

Aunque existen muchas directrices para el tiempo frente a la pantalla, los niños en edad preescolar pasan un promedio de 2.5 horas al día usando pantallas, y los videos en línea de plataformas como YouTube son extremadamente populares para niños de esta edad.

Las pantallas y los medios interactivos forman una parte importante de la vida social, educativa y de entretenimiento de los adolescentes y adultos jóvenes, quienes están constantemente y a menudo interactuando simultáneamente con el mundo en línea junto con su mundo “real”.

En 2021, los adolescentes pasaron un promedio de ocho horas y treinta y nueve minutos usando pantallas, sin incluir el tiempo dedicado a la escuela; el 62% de los adolescentes respondió que usan las redes sociales todos los días y el 84 % de los adultos jóvenes reportó haber usado alguna vez las redes sociales. Casi el 100% de los adolescentes reportan que tienen acceso a un teléfono inteligente o una computadora en casa, y casi la mitad de los adolescentes reportan estar “casi constantemente” en línea. El 60 % de los adolescentes reporta que usan computadoras para hacer sus tareas todos los días. Pero es importante recordar que la medida del tiempo promedio incluye el tiempo multitarea, y los adolescentes no necesariamente pasan tanto tiempo mirando una pantalla. Podrían estar jugando videojuegos con amigos y chateando por video en sus teléfonos en lugar de usar las funciones de comunicación del juego en sí, esencialmente comprimiendo varias horas de medios de entretenimiento en uno solo.

Gran parte de la conexión social de los adolescentes está ocurriendo en teléfonos inteligentes, lo que ha hecho cada vez más fácil mantenerse conectado en todo momento. Un informe reciente de Common Sense Media encontró que la mitad de los adolescentes participantes estaba recibiendo 237 o más notificaciones al día de mensajes y aplicaciones. A los 13 años, el 70 % de los adolescentes tiene su propio teléfono inteligente; a los 18 años, ese número aumenta al 93 %.

Aunque muchos menores están usando las redes sociales antes de cumplir los 13 años, esa es la edad “oficial” en la que la mayoría de las plataformas de redes sociales permite a los usuarios crear sus propios perfiles. Las investigaciones sobre los efectos sociales, emocionales y de salud mental de las redes sociales continúa desarrollándose; las pruebas son mixtas en cuanto a los efectos negativos y positivos de su uso, y qué tan dramáticos son esos efectos. Los efectos de las redes sociales pueden diferir para los adolescentes según muchos factores diferentes en su vida. Pero la investigación también muestra que las prácticas activas de la crianza de los hijos sobre las redes sociales y la monitorización del uso de una manera que aún respete la autonomía de su hijo pueden ser protectoras, reduciendo los riesgos para la salud mental y minimizando los efectos del ciberacoso. En una de nuestras Encuestas de Pulso 2023, más de la mitad de los adolescentes que reportaron tener reglas sobre el uso de los medios sintieron que tenían la cantidad justa de restricciones, por lo que los adolescentes no se oponen a las reglas de la familia.

Para los adolescentes y adultos jóvenes, y especialmente para las mujeres, es importante hablar sobre cómo las redes sociales pueden afectar la imagen corporal. Las investigaciones han sugerido que usar las redes sociales y centrarse en actividades relacionadas con la apariencia, como compararse con sus compañeros o los cuerpos “ideales” en las plataformas de redes sociales, puede estar asociado con un mayor riesgo de depresión y ansiedad social. Sin embargo, también hay evidencia de que enseñar a los adolescentes jóvenes en la escuela y en la casa sobre los riesgos de compararse con imágenes de amigos y celebridades, entender cómo las imágenes pueden estar curadas o editadas, y apoyar la autoestima y la confianza en ellos mismos, puede proteger a los adolescentes contra los daños de la comparación en las redes sociales.

A medida que la identidad sexual de los adolescentes se establece más, estos y los adultos jóvenes pueden recurrir a Internet en busca de información. Esto es especialmente cierto para los adolescentes LGBTQ+, quienes pueden no recibir tanta información en las clases de educación sexual. Algunos adolescentes están enviando mensajes de texto sexuales, y aunque esto generalmente es consensuado, las jovencitas tienen más probabilidades de reportar que las presionaron para enviar imágenes de ellas mismas, y de manera similar, los jóvenes tienen más probabilidades de responder que ellos pedirían fotos sexuales a una pareja. El 73 % de los adolescentes está expuesto a la pornografía para cuando tienen 17 años, y más de la mitad de los adolescentes reportan que la primera vez que vieron pornografía en línea fue antes de los 13 años. Los adolescentes LGBTQ+ y los niños cisgénero tenían más probabilidades de reportar que veían pornografía a propósito, pero a menudo reportaban que la usaban para explorar su sexualidad. Para los adolescentes LGBTQ+ en particular, el uso de pornografía puede ser una manera de sentirse seguros explorando sus preferencias por una pareja cuando no se sienten cómodos hablando de ello con compañeros o adultos.

A medida que se aventuran de manera más independiente en el mundo en línea, los adolescentes y adultos jóvenes necesitan oportunidades para correr riesgos con redes de seguridad y para apoyarse en sus cuidadores y adultos de confianza para obtener apoyo y orientación.

Los padres deben hablar frecuentemente con sus hijos adolescentes sobre las experiencias que están teniendo en línea y las decisiones que están tomando. Y al igual que con los niños de todas las edades, usted evalúe sus propias prácticas de uso de medios para asegurarse de estar modelando comportamientos con los medios que quiere que su hijo adolescente imite, como guardar los dispositivos durante las comidas familiares y mantenerse sin distracciones de los medios durante las interacciones familiares, ayudará mucho a su hijo adolescente a desarrollar hábitos saludables (consulte las mejores prácticas abajo como guía).

Uso ideal

Los padres deben permitir los límites de sus hijos adolescentes y adultos jóvenes en los medios, pero intervenir cuando sea necesario (consulte las mejores prácticas abajo como guía) para ayudarlos a mantenerse seguros y saludables en línea mientras desarrollan competencias para el bienestar digital de por vida.

Mejores prácticas para el bienestar digital

Adolescentes y adultos jóvenes

Sentarse con su hijo adolescente para crear un acuerdo de uso de medios compartido, que trate cómo todos en la casa usan la televisión, tablets, computadoras, teléfonos inteligentes, consolas de juegos y otros dispositivos, puede establecer expectativas y oportunidades para responsabilizarse mutuamente. Es importante que los adolescentes y los adultos jóvenes participen en el acuerdo y que todos lo firmen. Un reciente artículo de investigación indica que la crianza de hijos restrictiva que apoya la autonomía estaba asociada con menos tiempo en los medios. Un ejemplo es establecer reglas y límites para el uso de medios, pero hablar y explicar a su hijo adolescente por qué está tomando esas decisiones. Un acuerdo del uso de medios puede ser una excelente herramienta para esto.

Trabajando juntos con su hijo adolescente para crear un acuerdo de uso de medios, y actualizarlo a medida que él se vuelva cada vez más independiente y responsable sobre su uso de medios, puede ayudar a su hijo a desarrollar los hábitos que lo llevarán a una participación más saludable y equilibrada en el mundo digital.

Durante la adolescencia, hable con su hijo adolescente sobre las expectativas del manejo digital y ayúdelo a crear hábitos en torno a guardar el teléfono antes de acostarse, diseñar horarios para hacer ejercicio y otro tipo de tiempo sin conexión, y a identificar los ajustes para centrarse en las tareas escolares y evitar la multitarea con los medios. Estos hábitos se trasladarán a la universidad y a la vida independiente cuando sean mayores.

Las aplicaciones que permiten restricciones parentales en el teléfono de un menor son frecuentes, pero una investigación reciente de Common Sense Media descubrió que las aplicaciones de control parental enviaban la mayor cantidad de notificaciones durante el horario escolar, ¡enviando un promedio de casi 30 notificaciones durante la jornada escolar! Además, muchos adolescentes afirman que sus propias técnicas de manejo, como activar la opción “No molestar” o seleccionar cuidadosamente las aplicaciones de las que reciben notificaciones, suelen ser más útiles que las restricciones de los padres, que algunos encuestados consideraban más propensos a incumplir que sus propias tácticas. Hable con regularidad con su hijo adolescente sobre sus experiencias con los medios y sobre cómo se siente él con respecto al tiempo que dedica a usarlos fuera del horario escolar y a los contenidos que consume; pregúntele cómo cree que podría manejar mejor cualquier preocupación que tenga sobre el tiempo o los contenidos, y trabajen juntos para crear y probar soluciones.

A medida que empiecen a navegar por el mundo en línea de manera más independiente, los adolescentes tomarán decisiones importantes cada día. Fomentar su capacidad para tratar los problemas y tomar decisiones por ellos mismos favorecerá los resultados positivos de su hijo adolescente a largo plazo en la vida. Y en su vida en línea específicamente, investigaciones recientes sugieren que apoyar a su hijo adolescente para que tome decisiones por él mismo en línea, y escucharlo hablar sobre sus experiencias en línea sin juzgarlo inmediatamente, puede animarlo a hablar con usted sobre experiencias incómodas o arriesgadas en línea en lugar de ocultarlas.

  • Cuando su hijo adolescente se enfrente a un problema o a una decisión, en línea o fuera de ella, resista el impulso de intervenir y resolverlo por él. En lugar de eso, hágale preguntas de sondeo para ayudarlo a llegar a una solución por él mismo. Hablen sobre las posibles consecuencias positivas y negativas de cada posible decisión.
  • Acostúmbrese a compartir sus propios procesos de toma de decisiones. Si tiene una cuenta en las redes sociales, puede mostrarle a su hijo adolescente las cosas que ha publicado y por qué, y si ha recibido las respuestas que esperaba. Además, si quiere publicar contenidos sobre su hijo en sus cuentas de redes sociales, ¡pida su consentimiento para hacerlo! Los adolescentes reportan que quieren opinar sobre lo que sus padres publican sobre ellos; consultarles antes de publicar algo generará confianza y servirá de modelo de comportamiento positivo con los medios. En el mundo fuera de línea, puede hablar de su toma de decisiones en torno a los compromisos sociales, el trabajo o incluso la elección de qué comer.
  • Cuando su hijo adolescente haya tomado una decisión perjudicial, como decir algo hiriente a un amigo por mensaje de texto, participar en un reto viral potencialmente peligroso o compartir una imagen en las redes sociales de lo que después se arrepentiría, puede preguntarle con calma por qué tomó esa decisión, qué esperaba conseguir y qué podría hacer de manera diferente la próxima vez. Si el comportamiento violó el acuerdo de uso de medios de su familia, hable con su hijo adolescente sobre las consecuencias que acordaron y aplique esas consecuencias.
  • Déjelo cometer errores sin peligro. Los videojuegos son un medio para la práctica de cometer, y recuperarse de, errores sin consecuencias peligrosas. Pregúntele a su hijo qué salió mal y qué podría hacer de manera diferente la próxima vez, y cómo podría aplicar este aprendizaje en otras situaciones.

La publicidad, la colocación de productos y el marketing de influencers pueden ser una pieza importante en las decisiones de compra de los adolescentes y adultos jóvenes. A medida que los adolescentes y adultos jóvenes desarrollan su propia serie de creencias y valores, estas influencias pueden ser particularmente importantes.

  • Pídale a su hijo que le muestre algunos de los influencers que sigue en las redes sociales. Pregúntele qué le gusta de cada uno y qué cree que esa persona o compañía está tratando de hacerle pensar o hacer.
  • Hable sobre noticias con su hijo adolescente y pregúntele qué opina al respecto. ¿Podría haber otras perspectivas sobre cada suceso? ¿Qué podría el escritor de noticias estar queriendo que las personas piensen y por qué? ¿Qué cree su hijo adolescente sobre el suceso? ¿Cómo puede verificar que esta información sea verdadera? Más de la mitad de los adolescentes reportan que obtienen sus noticias de las redes sociales. Anime a su hijo a verificar la información que ve, confirmando con múltiples fuentes o usando un gráfico de sesgo mediático para ver si el lugar de donde está obteniendo la información es confiable.
  • Mire en línea fotos de celebridades y otras personas, y pregúntele a su hijo adolescente qué tan realistas le parecen las imágenes. Pregúntele si conoce a alguien que se vea como esa persona, qué podría ser necesario para parecerse a esa persona y si cree que la persona se ve en la vida real como en la foto. Hable sobre las ideas de su hijo sobre la belleza y los cuerpos ideales, y cómo desarrolló estos conceptos.

Aprenda más sobre cómo ayudar a su hijo a convertirse en un ciudadano digital alfabetizado en medios en nuestro Resumen de investigación.

La mayoría del contenido compartido por medio de las redes sociales tiene el potencial de llegar a una gran audiencia, independientemente de la configuración de privacidad. Hable con su hijo adolescente sobre la permanencia del Internet y cómo, una vez que algo se comparte, se pierde el control sobre ese mensaje o imagen. Siéntese con su hijo adolescente para revisar juntos la configuración de privacidad en cada una de sus cuentas y agregarse como “amigos” en sus cuentas de redes sociales. Algunas aplicaciones incluso tienen opciones de cuenta familiar o de grupo que permiten a un padre o cuidador establecer configuraciones de privacidad y tiempo de pantalla para menores de 18 años, las que pueden modificarse a medida que el menor crece y aprende más competencias digitales para regular su propio uso digital. Pregunte a su hijo adolescente antes de publicar algo sobre él en línea; sin importar lo orgulloso que usted esté de él, su hijo tiene derecho a controlar cómo se comparte su imagen e información en línea, incluso por sus padres.

Modelar un uso saludable de los medios digitales para su hijo adolescente será de gran ayuda para que él desarrolle buenos hábitos.

  • Modele comportamientos prosociales para ellos por medio de sus propias cuentas de redes sociales. Evite hacer o compartir publicaciones que ataquen a otros, siga cuentas prosociales y comparta videos y publicaciones con su hijo adolescente que demuestren lo mejor de la interacción humana.
  • Demuestre cómo el uso intencional y reflexivo de las redes sociales puede permitir la participación de su hijo adolescente en su comunidad.
  • Deje de usar sus propios dispositivos durante las comidas, antes de dormir y mientras participa en conversaciones. Intente evitar el uso de dispositivos durante el tiempo en familia, como cuando están viendo una película juntos o asistiendo al evento deportivo de su hijo. Las investigaciones muestran que el “phubbing” (ignorar a alguien en favor del teléfono) y la “tecnoferencia” persistente (la interferencia de la tecnología en las interacciones sociales) pueden afectar los sentimientos de los adolescentes y adultos jóvenes sobre la calidez de los padres, lo que puede estar relacionado con resultados negativos como la depresión, la ansiedad y el ciberacoso. El “phubbing” de los padres puede ser particularmente perjudicial para los adolescentes que carecen de un sentido de apoyo social o que tienen baja autoestima.

Los adolescentes y adultos jóvenes necesitan de 8 a 10 horas de sueño cada noche para mantener su salud y bienestar. El uso de medios de pantalla en la adolescencia está asociado con necesitar más tiempo para conciliar el sueño, tener menos horas de sueño y tener más interrupciones de sueño. Esto puede deberse a que los adolescentes sienten que necesitan estar disponibles en todo momento para sus amigos, o pueden estar teniendo dificultades por el miedo a perderse algo (FOMO) porque no pueden quedarse despiertos por la noche para estar en las redes sociales o participar en el chat de grupo. Si su hijo adolescente está usando los medios tarde en la noche, hable con él sobre por qué siente que esto es necesario y creen juntos un plan para asegurarse de que duerma lo suficiente, ¡incluso si eso significa sugerir que usted tiene la culpa de que él no está disponible!

Apoye a su hijo adolescente en establecer una hora congruente y constante para acostarse, y que tenga un espacio fuera de su habitación donde pueda dejar todos los dispositivos durante la noche. Dele un reloj despertador para que no sienta la necesidad de tener el teléfono en su habitación.

Al centrarse más en las relaciones entre compañeros y con un aumento en la propiedad de teléfonos inteligentes, vienen también mayores oportunidades para el bullying y comportamientos excluyentes, como el ostracismo o la marginación. El adolescente puede ser la víctima (a quien acosan), el perpetrador (quien acosa), el testigo (quien observa y permite que ocurra el acoso), o una combinación de los tres en diferentes momentos; sin embargo, a menudo no comparten con sus padres cuando los están acosando.

Aquellos que sufren de bullying en línea tienen un mayor riesgo que sus compañeros de sufrir depresión y ansiedad. Las víctimas de ciberacoso (y en menor medida, los perpetradores también) tienen más riesgo de lesionarse a ellos mismos y de tener ideas suicidas. Pueden mirar obsesivamente su dispositivo, esconderlo cuando pasa uno de los padres, alejarse de amigos y familiares, o sentirse molestos después de estar en línea o cuando se les pida desconectarse.

Hable con su hijo adolescente con regularidad sobre lo que está viendo y escuchando, tanto en línea como en persona. Puede hacerle preguntas como “¿Ha pasado algo en línea que te haya molestado?” o “¿Alguna vez has presenciado cómo acosan cibernéticamente a alguien?”. La investigación muestra que en lugar de simplemente establecer reglas sin la participación de su hijo, tener conversaciones abiertas con él sobre cómo navegar de manera segura en Internet puede protegerlo contra el ciberacoso.

Reporte el bullying cuando sepa que está ocurriendo. Si su hijo adolescente estaba acosando, incluso en represalia, hable con él al respecto. Pregúntele qué le estaba pasando en ese momento, cómo se sintió, cómo cree que se sintió la víctima, y qué piensa que podría hacer él para mejorar la situación para la víctima.

Aprenda más sobre cómo reconocer y tratar el ciberacoso en nuestra publicación Family Guide to Cyberbullying (Guía para familias sobre el ciberacoso).

Muchos adolescentes comenzarán a conducir solos casi al mismo tiempo que obtienen el uso independiente de sus celulares. Conducir distraído es altamente peligroso y cobra miles de vidas anualmente. El 8 % de los conductores distraídos que participó en un accidente fatal en 2021 tenía entre 15 y 19 años. Usted puede inculcar hábitos seguros mientras su hijo adolescente está aprendiendo a conducir, los que lo acompañarán toda la vida:

  • Exija que apague el teléfono y que esté fuera de su alcance cuando esté conduciendo.
  • Si necesita su teléfono para reproducir música, pídale que prepare una lista de reproducción, la configure para reproducirse y que coloque el teléfono fuera de su alcance antes de comenzar a conducir.
  • Establezca expectativas que incluyan consecuencias claras para comportamientos peligrosos al volante. Por ejemplo, si usted se entera de que su hijo ha estado enviando mensajes de texto mientras conduce, podría perder el acceso a las llaves del auto durante una semana.
  • Modele un comportamiento apropiado y seguro. Nunca envíe mensajes de texto mientras conduce y procure evitar mirar su teléfono mientras el auto está en movimiento. Cuando necesite cambiar la lista de reproducción, enviar un mensaje de texto o hacer una llamada con el teléfono en la mano, deténgase en un lugar seguro y ponga el auto en “Parking” antes de hacerlo.
  • Si su hijo está en el auto con amigos, asegúrese de que su hijo modele una conducción segura; y, si él es pasajero, anímelo a tomar medidas para asegurarse de que el conductor no esté distraído, como pedirle su teléfono celular o pedirle que ponga el teléfono en un lugar inaccesible.

La Inteligencia Artificial, ya sea en forma de altavoces inteligentes o IA generativa, como ChatGPT, ha captado la atención de los investigadores y del público en general.

Todavía hay mucho que no sabemos sobre cómo los adolescentes comprenden la tecnología o cómo la están usando. Cada día se aprende más, pero la tecnología está evolucionando constantemente y cada vez están llegando más aplicaciones al mercado, por lo que es importante tener conversaciones abiertas con su hijo adolescente sobre cómo está él usando la Inteligencia Artificial y cuáles son las consecuencias si la usa de manera inapropiada. ¡Es una gran oportunidad para tener una conversación sobre algo nuevo, donde ambos pueden aprender de la comprensión del otro sobre la tecnología!

Los comportamientos de sexteo (sexting) por los adolescentes y adultos jóvenes están correlacionados con comportamientos sexuales más arriesgados. La transmisión (incluyendo la recepción) de textos sexualmente explícitos puede ser ilegal para los menores de 18 años en muchos estados, y el envío de fotos sexualmente explícitas de menores puede considerarse explotación sexual o pornografía infantil según la ley. Aunque su hijo adolescente puede confiar en la persona al otro lado de la conversación, es importante que comprenda los riesgos del sexteo.

Los adolescentes y adultos jóvenes LGBTQ+ pueden estar particularmente en riesgo de participar en el sexteo, con un 21 % de los jóvenes LGBTQ+ reportando que han compartido imágenes o videos de ellos mismos. Esto puede deberse a que los adolescentes LGBTQ+ reportan sentir más presión para sextear o, posiblemente, debido a la incomodidad o la incapacidad para “salir” y para tener citas en la vida real, crean relaciones románticas en línea.

El sexteo no es poco frecuente incluso entre los adolescentes más jóvenes; tenga en cuenta que este comportamiento puede parecer habitual y seguro para su adolescente.

Aquí hay algunas maneras de iniciar una conversación con su hijo adolescente sobre el sexteo:

  • Elija un momento en el que usted y su hijo estén tranquilos y puedan centrarse en la conversación.
    • Pregúntele si ha escuchado sobre el sexteo, si ha participado en este o si lo han presionado para enviar una foto o un texto sexualmente explícito: “Hoy oí hablar del sexteo en un podcast y decían que a la mayoría de los muchachos de tu edad les han pedido que compartan una foto desnudos. ¿Te ha pasado esto? No estoy enfadado, solo tengo curiosidad, ya que esto no es algo que yo viví cuando era joven”.
  • Si ha sorprendido a su hijo adolescente enviando textos con contenido sexual o él admite haberlo hecho, hable sobre su interés.
    • “¿Por qué crees que es importante compartir fotos tuyas desnudo? Me pregunto de qué otra manera podrías mostrarle a tu novia que te importa y que confías en ella”.
    • “¿Te ayudan las fotos de desnudos a aprender más sobre sexo y sexualidad? Existen recursos que pueden ayudarte a reflexionar sobre estos temas de una manera más segura. Estaré feliz de ayudarte a encontrarlos o a encontrar a alguien con quien te sientas más cómodo hablando de esto”.
    • “¿Qué se siente cuando alguien te presiona para que envíes fotos tuyas?”.
    • “Cada vez que te sientas incómodo, si no sabes cómo salir de la situación, siempre puedes echarme la culpa a mí”.
  • Compártale sus preocupaciones.
    • “Es tu cuerpo y entiendo que te parezca injusto no poder controlar cómo se ve. Sin embargo, una vez que compartes un video o una foto, ya no está en tus manos. ¿Cómo te sentirías si toda la escuela viera una foto tuya desnudo?”.
    • “Me preocupo por tu futuro. Si compartes una foto de otra persona desnuda, puedes acabar en problemas legales. No me gustaría que te pasara esto, y estoy seguro de que tú sientes lo mismo”.